Todd, un treinteañero con una brillante carrera como arquitecto, debe volver al pueblo donde pasó su niñez para asistir al entierro de su padre. Este regreso a su pasado le hace enfrentarse de nuevo a….

-Esa es un dramón – Le había visto ya por el rabillo del ojo, pero no pensó que pudiese captar su atención. Ahora la tenía.

-Ya me lo parecía, no estoy yo para dramones.

-Nadie está nunca para dramones, pero los vemos igual – Ha de darle la razón, deja la carátula en su sitio- Esta no está mal – Y le muestra una. Los habitantes de un pueblo de Arkansas lo intentarán todo para salvar sus hogares y la vida que hasta ahora conocen de los planes de una empresa minera que…

-Ya la vi, al final también lloré con lo del juicio – Él asiente y sonríe, ella cree que también. Opta por hacer que busca entre las carátulas.

-A mi me gustan las de aventuras creíbles

-Aventuras creíbles. Si es de aventuras no es creíble.

-No siempre, a veces va de gente a la que le pasan cosas que también te pueden pasar a ti.- Ella le mira escéptica.

-Que te secuestren unos piratas y te lleven por toda una selva por ejemplo.-Él vuelve a sonreír, a ella no le importaría que si un pirata la llegase a secuestrar en una selva alguna vez, fuese él.

-Por ejemplo. Mira esta es muy buena, tiene de todo un poco.- Investigando un sencillo caso de robo de coches, los detectives Canon y Silverstone destapan una red de tráfico de obras de arte….

-Pues si, no pinta mal. Me la llevo.- Él escoge una de la estantería de Documentales.

-Yo me decido por este documental, ya lo vi antes, y no me decidía,pero creo que sí, también me lo llevo.- Ella se atreve a interesarse por el tema “JUGANDO CON LAS OLAS EN EL PACÍFICO Y AUSTRALIA”- Hace años fui de mochilero por allá, y la verdad es que lo volvería a hacer si volviese a tener tanto tiempo – Y ella se lo imagina cortando las olas en una tabla de surf al sol del Pacifico, sus largos brazos buscando el equilibrio en sus sólidas piernas.

-Ya

-Has estado alguna vez en Australia?.- Si por ella fuese le diría que sí, con tal de tenerle justo donde ahora estaba, ni un centímetro más a la izquierda. Tampoco a la derecha. Opta por un sonido indistinto.-Tampoco tienes tiempo.- Y ella no sabe si tiene que decir si o no. Siempre le pasa con las frases que empiezan con “tampoco”. Las diga él o no.

-Pero me gustaría, no creas – Se alegró de poder articular una frase correcta, él parece alegrase también por algo, ella no sabe muy bien de qué.

-Pero tiempo tienes…

-Para ir a Australia? – Y su tono de sorpresa le sonó como si le hubiese preguntado por su alergia al polen.

-No, al indio que está justo al salir. Hacen un mangolasi buenísimo – Y ella le da la razón. Y tiene tiempo. Incluso para ir a Australia.

Oliver, periodista soltero y ya rozando la treintena, encuentra una tarde por casualidad a Lale quien comparte con él la pasión por el cine. Deciden viajar juntos a Estados Unidos con el fin de asistir al Festival de Cine de Sundance. Roadmovie con puntos de aventura en la que….