La Sra. M. es constante. Prevalece en su voluntad permanente de informar a cerca de su opinión, sea ésta cuestionada o no se dé el caso. La Sra. M. se muestra diletante a la hora de dar explicaciones fundadas de sus actos, que, en ocasiones, pueden resultar lejanos a una reglada ortodoxia. Preguntada por estos episodios, aduce el acontecer de éstos a lo que ella denomina “ Fantasía”, para lo cual no tiene explicación plausible ni certificado que lo acredite. La Sra. M. es puntual y ventila su espacio de trabajo. Las personas a las que dedica sus horas de actividad laboral han asegurado, feacientemente, que la calidad de su vida ha mejorado desde que las actividades con la Sra. M. han dado comienzo. Cabe anotar, también en este caso, la ausencia de una explicación plausible y la ausencia de certificado médico que la corrobore. La Sra. M. es impredecible, pero eficaz. De haber sido posible realizar su trabajo en equipo, podría haber tenido “Team-Geist”, pero, al no darse el caso, la Sra. M. es autosuficiente.
La Sra. M. se declara defensora del talento creativo individual del ser humano, y por ende, de aquellos seres humanos que directa o indirectamente estén presentes en el radio de efectividad de sus actos.
La Sra. M. es musical, si bien carece de talento instrumental.
La Sra. M. carece de la documentación necesaria que certifique posea una fundada formación profesional que la capacite para labores administrativas, es, sin embargo, capaz de operar con un ordenador.
La Sra. M. no tiene formación contable, pero no desconoce el desglose de transacciones monetarias a nivel usuario. La Sra. M. sabe la tabla de multiplicar.
Por las razones señaladas, nos vemos obligados a prescindir de los servicios de la Sra. M., a la que deseamos lo mejor en el futuro.
Suyo Atentísimo,
Este que lo es.