Hoy encontré a K. Mejor dicho, él me encontró a mí, ya que llamó mi nombre por la calle. Al volverme le reconocí enseguida, sigue teniendo la misma sonrisa. K. vino caminando desde el Kurdistán-Irakí y una serie de maniobras burocráticas le sentaron en mi clase. K. no paraba quieto, acostumbraba a abrir todas las ventanas de la clase, que estaba en un sexto piso, desde el que había vistas a las montañas y se asomaba, a veces demasiado,a ver el aire libre. Yo le pedí a H., un gigante de ébano, que se quedase a su lado para vigilarle. Se hicieron intimos. K. aprendió alemán hablando con todo aquel que quiso escucharle, llevaba siempre una libreta consigo, y si no se podía explicar, dibujaba lo que quería pedirle a su interlocutor. En esas libretas escribía su historia, y todo lo que le pasaba, una especie de diario para no olvidar. Una vez le regalaron una chaqueta de abrigo para combatir el frío polar que aquel invierno nos invadió, le quedaba demasiado grande, pero a él no le importó, no se la quitaba nunca. K. me contaba de sus montañas, sus canciones y de su pueblo, muy pequeño, pero que logramos encontrar en un atlas. Siempre estaba de camino a algún sitio. Siempre llegaba tarde, pero todas las mañanas me traía un café y me lo entregaba con casi una reverencia. Él se convirtió en mediador entre todos los frentes que había en aquella clase, compuesta por jóvenes, a los que yo aún llamo „mis niños“, provenientes de tantas zonas de conflicto como países,que no tenían una lengua común. Hoy encontré a K. Sigue teniendo la misma risa. Está estudiando para convertirse en Terapeuta Ocupacional, tiene una novia tan guapa como simpática y es feliz. Yo entonces estaba un poco loco, me confesó, y nos reímos los tres. Nos dimos los teléfonos. Me alegrará mucho verle otra vez. H. es Maestro Electricista y orgulloso padre de cuatro hijos.

Cuando pienso en todos ellos, me emociono, ya que, aunque hoy se hayan convertido todos en „hombres de bien“, siempre serán „mis niños“.

*Mis recuerdos sobre aquella clase también están plasmados en «El Curso».