– Aún no nos podemos ir….aún falta gente!- Mari tenía que gritar para hacerse oír entre el ruido atronador que les rodeaba, proveniente de las atracciones de feria, las tómbolas, los puestos de comida, la orquesta y las miles de almas que se habían congregado allí aquella noche de agosto para celebrar el día grande de aquel pueblo, donde ellas pasaban el verano. Y una chochona se acaba de llevar!!Ahí va la chochona!!Que se van que se van!!. Vicente se les acercó abriéndose paso entre la multitud, traía de la mano a una chica morena en bermudas y top rosa de cuello barco con volantes. Le pareció que tenía una expresión un tanto bovina y la boca abultada, lo que se vio explicado en el momento en que la abrió para saludarlas y se fijó en el complicado aparato dental que portaba. ArrribaArriba todos arrriba vaamos!!. Geni le comentó algo, pero no la pudo oir, sólo mover los labios y soltar lo que le pareció una carcajada.

-Tomás viene ahora, y Rober nos busca más tarde!!- Aclaró Vicente acercando mucho su boca a ellas y alzando la voz lo suficiente para que le entendiesen, vio a Laurita avanzar entre la gente ,sofocada y con el ceño fruncido, apartando a dos señoras que le cortaban el paso, sin pararse a pedir disculpas. Por mucho que dijesen las otras la permanente le quedaba mal, con aquel flequillo ridículo, para la ocasión había elegido un vestido de flores azules y verdes ceñido, por encima de la rodilla y sandalias blancas de tacón cuadrado. Avanti tutti a tutti jorobi ahí van los camellitos más rápidos del Gobí!!.

-Joder para la gente!Hooola!!Creí que no llegaba!!- Todos asintieron, sólo ella pudo oírla.

Tomás apareció poco después, de pronto, tras Geni, dándole un susto, que era lo que pretendía, ella le empujó haciéndose la ofendida, pero no era verdad, llevaba toda la tarde hablando de él, que si Tomás esto, que si Tomás aquello, notó que se arreglaba el pelo, corregía la postura y sonreía tontamente, Tomás metió las manos en los bolsillos y se balanceó sobre los talones, al tiempo que alzaba la vista pareciendo querer comprobar el tendido de luces que cruzaba la plaza de parte a parte. La niña bonita, Ay! esa niña bonita, quién la tiene que se van que se van !!!.

Deciden moverse hacia uno de los laterales de la plaza, para poder hablar en un tono de voz normal y saber a dónde ir, Cartagenera morena,dorada con luz de luna,Cartagenera Cartageneraaa, pierden a Vicente que aparece al poco viniendo del extremo opuesto, se había visto absorbido por una conga gigantesca que le había arrastrado hasta casi los tiovivos, la chica del aparato se ríe y ella puede observar las gomas que unen las piezas superiores de su dentadura metálica con las de abajo. Cada pieza una goma. Cada una de un color. Al menos. Se está preguntando qué labor de ingeniería supondría para esa chica comer algo, cuando Laurita la agarra del brazo y tira de ella hacia el semáforo. ARRRIBA que nos vamooos, SI SI, cántame un pasodoble españooool.

El local donde se meten está abarrotado de gente, como la calle, y todos los rincones del pueblo, apenas se puede dar un paso sin pisar a alguien. De nuevo tienen que hablar a gritos. Tomás y Vicente se van a la barra a pedir, y ellas se quedan solas en corro moviéndose sin mucho ánimo al ritmo de la música. CHIQUILLA!! Por la mañana yo me levanto y voy corriendo desde mi cama…

Ella se dio cuenta de que había llegado Rober porque Laurita le dio un codazo que casi le tira el vaso de coca-cola de la mano, venía acompañado de un chico alto y moreno que ella no conocía y que Rober presentó como Gonzalo, Laurita le volvió a dar un codazo y le comentó algo a Geni que asintió con la cabeza, tratando de no sonreír más tontamente de lo que llevaba haciendo desde hacia un buen rato, ella le dio un codazo a Laurita y le preguntó con un gesto qué pasaba.

-Este es el “Tiburón”-Le dijo al oído, ella la miró sin saber a qué se refería y se topó con la incredulidad en el gesto de ambas mientras sorbían de sus respectivas pajitas, ella se fijó en Gonzalo entonces, quién trataba de tener una conversación con Vicente. Alto, vaqueros azul oscuro, camisa clara, pelo castaño, ojos de un color inedintificable con aquella luz, con el moreno que regala el verano en la playa, y sus facciones podrían distinguirse incluso en una multitud, en general no estaba mal, nada que ver con el mundo de los escualos. Volvió a mirar a sus dos amigas encogiéndose de hombros, todavía sin saber a qué se referían llamándole “Tiburón”. Laurita hizo girar sus ojos mirando al techo y Geni negó con la cabeza al tiempo que volvía a sorber de su copa. Pero ninguna le aclaró más.Me lleva él o me lo llevo yo, pa que se acabe la vaina…En el siguiente local ni siquiera pueden entrar, se quedan fuera fundiéndose con otro grupo de gente conocida. Alguien le pasa un vaso con coca-cola, la pajita tiene de adorno una sombrilla mínima. Levanta la vista para ver quién es.

-No les quedaba Cola, es Pepsi, pero con muchos hielos- Tiene los ojos verde-musgo, ahora si que puede ver el color, sonríe y la hace sonreír a ella también, sin que ella sepa muy bien por qué. Le agradece la copa, preguntándose cómo habría sabido que tenía sed.

Vicente y el ingenio bucal, Geni y Tomás, Laurita se ha quedado retrasada con unos conocidos de sus padres, Rober con su primo Luís, ella y Gonzalo caminan a la par, él las manos en los bolsillos, ella los pulgares en las trabillas de las bermudas.

-Y tú también pasas el verano aquí?- Ella asiente.

-Y tú?

-No, vinimos a comer a casa de Rober y me quedé.

-Hoy está todo a tope- Él sonríe, ella también, sin saber muy bien por qué.

.As a river flows, gently to the sea, darling so it goes, some things are ment to be….En un puesto de tiro al blanco a él le tocan unas castañuelas, a ella un llavero del Atlético de Madrid.OOOOOOOOHHHHBABY my heart is full of love and desire for you So come on down and do what you’ve got to do. Una conga la quiere absorber pero una mano la rescata a tiempo y queda en la suya. Laurita se le acerca y atropelladamente le cuenta algo sobre una tía de su clase que tiene un novio haciendo la mili en Marín, antes de que pueda acabar, ambas reciben sendos algodones de azucar y la misma mano la hace perderse en la multitud en dirección al palco de la música. La reina de la noche, la diosa del vudú, yo no podré salvarme, podrás salvarte tu?…. Alcanza a ver a Laurita dándole un bocado al algodón de azucar al tiempo que la mira sin dar crédito. ….No tengo tiempo que perder, y ya se va el último tren… Y él la guía en el medio de una multitud danzante, y la hace girar, y ella ríe. Y él también. La mano de ella en la suya. Ella sólo le ve a él. Él no puede desprender sus ojos de ella …Porque pareces dormida, porque buscando tu sonrisa, estaría toda mi vida….

Muchos años después ella se acordó de aquella noche, y de que Laurita había llamado a Gonzalo „Tiburón“, nunca había entendido por qué. Quizás porque si tuviese que compararle con algún pez, sería con un delfín. Ella siempre había soñado con nadar con delfines. Y eso era, en definitiva, lo que llevaba haciendo desde entonces con él. Nada que ver con escualos.

.Bailar pegados es bailar, igual que baila el mar, con los delfines, en un solo salón, dos bailarines….